miércoles, 4 de abril de 2012

Yo quiero mi bocadillo de mierda... ¡jo!

Somos gilipollas. Tengo la intención de regularizar mis aportaciones al blog y me gustaría iniciar las entradas con alguna frase popular o refrán que venga al caso. En este estreno me podría servir aquello de "mal de muchos, consuelo de tontos", pero realmente es más adecuado "somos gilipollas" o "el ser humano es realmente gilipollas".



Sheldon Adelson, el 'Rey Midas' del juego
 La última demostración viene de la mano del proyecto de Eurovegas, una reproducción europea de Las Vegas que su impulsor, el 'viejoputa' de aquí arriba ha decidido asentar en España. Todo el mundo conoce los problemas y la conflictividad que se genera  un macrocomplejo de estas características en torno al juego (prostitución, mafia, corrupción...). Pero tal y como está el país, los medios y la sociedad han dado por bueno que la importante inversión de Adelson debe prosperar cueste lo que cueste.

¿Así será Sant Boi, mi pueblo, dentro de una década?
Y en ese cueste lo que cueste en pos de mejorar la economía y la insostenible situación de desempleo, se permite cualquier atropello de la ley para contentar a Adelson y hacer viable el proyecto hasta el punto de convertirlo en un limbo legal con leyes propias en términos de cotizaciones, juego para menores, bonificaciones fiscales, extranjería...


De estos, aquí ya hay de sobras
Y así es cómo se arreglará el país. Permitiendo a los menores que jueguen a la ruleta o permitiendo excepciones a la ley de extranjería. ¿Para qué? ¿Qué es lo que van a traer de fuera? ¿Los arquitectos para la construcción? Aquí sobran. ¿Los crupiers? Se pueden formar aquí. ¿Las señoras de la limpieza para los hoteles? También las hay a patadas por aquí. ¿Las putas? Hasta eso sobra. No creo que haya ni un solo perfil profesional que no se pueda encontrar ya en España como para tener que traerlos desde fuera.

El sustituto de la Play... y los libros
Si la situación del país requiere de un aumento de los ingresos y del empleo pero Adelson prácticamente no pagará impuestos hasta dentro de 15 o 20 años y buena parte de la mano de obra vendrá del extranjero, ¿cómo se nos podría vender como una inversión positiva?


Aspirantes al bocata
 Y 'equiliquá' la respuesta, porque somos gilipollas. Si se hubiese planteado en un único lugar, es probable que buena parte de la población se hubiese escandalizado. ¿Cómo evitarlo? Pues planteando una batalla entre dos lugares. Madrid y Catalunya. Cuando a uno le ofrecen un bocadillo de mierda, pues lo suele rechazar, pero cuando solo hay un bocadillo para dos pues se acaban peleando por él y el que finalmente se lleva el gato al agua incluso saborea los tropezones y disfruta con el olor nauseabundo (como el de Eurovegas). Y si eso no fuera suficiente, pues añadimos el componente nacionalista -¡que no se lo lleven los catalanes! ¡Nada para Madrid!- y ya tenemos el menú completo. ¿Eurovegas? Menuda mierda. Que con su pan se la coman.

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